Bereshit - (Génesis)

Parashá: Bereshit (Génesis)

Lectura de la Torá: Génesis 1:1-6:8

Lectura profética: Isaías 42:5-43:10


“La PALABRA”

Este Shabat volvemos al libro de Génesis para comenzar una vez más la lectura de la Torá anual. Los primeros capítulos de Génesis tratan, por supuesto, de la creación. El Evangelio de Juan también habla en su primer capítulo sobre la creación. Allí se menciona la PALABRA. La PALABRA no fue creada, sino que ÉL existía antes de la creación. De hecho, nunca hubo un momento en que la PALABRA no existiera. En otras palabras, ÉL es eterno. 

¿Quién es esta PALABRA? La siguiente verdad que Juan revela es que “la PALABRA estaba con Di-s …” ¿Cuándo estuvo esta PALABRA con Di-s? ¡La respuesta es siempre! ¿Cómo se puede hacer tal afirmación? La respuesta se encuentra al final de Juan 1:1 que dice: 

“Y la PALABRA era Di-s”.

Nuevamente, uno debe preguntarse: “¿Quién es esta PALABRA?” El versículo 2 dice que “Este mismo estaba en el principio con Di-s”. Además, el versículo 3 dice que “Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. El contexto deja claro que este Uno es el Mesías Yeshúa. También Pablo dice que “Por Él fueron creadas todas las cosas” (ver Colosenses 1:16). Por lo tanto, Yeshúa creó todas las cosas. Esto plantea una pregunta interesante. ¿Es correcto decir que Yeshúa es Di-s? La respuesta es sí, en efecto. ¿Puede uno afirmar que Yeshúa y el Padre son uno? Una vez más, la respuesta es sí. Entonces, ¿puede uno concluir que el Padre y el Hijo son lo mismo? ¡La respuesta es no!

Junto con el Espíritu Santo, que también se menciona en el primer capítulo del Génesis, las Escrituras revelan que estos tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo, son una unión única. Con respecto a esta unión, es aceptable decir que estos tres son uno y que el uno es tres. Una persona puede decir que esto es difícil de comprender. ¡Debería serlo! Cuando una persona comienza a tratar de comprender al Di-s que trasciende todas las cosas, entonces obviamente será difícil percibir a este Único Di-s Verdadero. ¿Por qué es tan importante esta doctrina, comúnmente conocida como la Trinidad? La respuesta es que el hecho de no aceptar la Trinidad hace que una persona
que acepta el Nuevo Pacto crea en más de un dios. Volvamos al Evangelio de Juan.

Si Yeshúa no es Di-s, entonces Juan 1:1 plantea un gran problema. Ya se ha dicho que Yeshúa es claramente la PALABRA a la que se refiere el capítulo 1 de Juan. Siendo este el caso, la última parte de este versículo dice: “… y la PALABRA era Di-s”. Hay algunos que quieren entender esta frase como: “… y la PALABRA era un dios”. Esto significa que Yeshúa no es el Di-s, sino simplemente un dios. Tal interpretación (si fuera cierta, lo cual no es) hace que el Nuevo Pacto viole el monoteísmo. Cuando una persona presta atención al texto es necesario tomar en consideración la oración anterior a la que se está cuestionando. 

Esta sección dice:

“Y la PALABRA estaba con Di-s, y la PALABRA era Di-s.”

Aunque esta es la traducción correcta, es importante notar que en el lenguaje bíblico el orden de las palabras es diferente en lo que respecta a la parte final del versículo. La palabra “Di-s” en realidad viene antes de la frase “La PALABRA”. Las partes del discurso (gramática) obligan a una persona a traducir la oración como se hizo anteriormente. Sin embargo, en el lenguaje bíblico la palabra “Di-s” aparece dos veces, una al lado de la otra, lo que revela que Juan no está hablando de un Di-s que es diferente del otro, sino del mismo Di-s Verdadero, que Se expresa de manera diferente.

Dr. Baruch Korman –  25 de Octubre. 2024. 

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