Bereshit (En el principio)
Porción de la Torá: Bereshit (En el principio)
Lectura de la Torá: Génesis 1:1-6:8
Lectura Profética: Isaías 42:5-43:10
Parashá Bereshit
“Uno se equivoca cuando se pone al nivel de HaShem”
Aunque HaShem creó a Adán y Javá (Eva), la segunda generación surgió de forma natural. Todos sabemos que los nombres de los dos hijos de Adán y Javá eran Kain y Hevel. Lo que quizás no sepa es que hay un mensaje contenido para el lector dentro de estos dos nombres. El lenguaje del texto es muy informativo y por eso quiero traducirlo de la manera más precisa y literal.
“Y Adán conoció a Javá su esposa y ella concibió y dio a luz a Kaín y dijo:
‘Tengo adquirido un hombre con HaShem. Y ella nuevamente dio a luz a su hermano Hevel …” Génesis 4:1-2
El primer punto que hay que señalar es que el nombre Kain se deriva de la misma palabra hebrea que aparece en el versículo uno y que traduje como “adquirido”. La palabra significa “adquirir” generalmente en el sentido de “comprar”. También transmite la idea de poseer algo. Note que Javá no declaró que a ella y a su esposo se les dio un hijo, lo cual sería una descripción más precisa de lo que había
sucedido. El hecho de que el verbo ??? esté en primera persona enfatiza lo que ella pensó que había hecho para adquirir al hijo. La frase concluye con las palabras “con HaShem”. Rashi afirma que Javá estaba insinuando que ella y su esposo eran socios de Dios.
En cierto sentido, es ciertamente nuestro privilegio participar en la obra de Jehová, pero en este contexto está colocando a Javá en una posición paralela a HaShem.
¿De dónde se sabe que ésta es la interpretación adecuada? El nombre del segundo hijo es Hevel. Esta palabra hebrea significa “inutilidad” o “vanidad”. También se puede utilizar en el sentido de vapor, que existe sólo por un momento.
“Porque no sabéis lo que será mañana. ¿Para qué es tu vida? Es como un vapor; aparece por un corto tiempo y luego desaparece”. Santiago 4:14
En otras palabras, el texto del Génesis enseña que cuando la humanidad se pone al nivel de HaShem, se equivoca. Está mal que uno se dé cuenta de lo que ha hecho y valore los logros de su vida como algo similar a la obra de Dios. Cuando uno hace esto, no logra comprender que en realidad la vida de cada persona es inútil comparada con el Señ-r, y cualquier cosa que uno pueda lograr es extremadamente temporal, como un vapor. Es sólo cuando uno reconoce con asombro que el Dios
Viviente nos invitaría a ser Su vaso con el propósito de manifestar Su gloria que nos acercamos a la perspectiva del Rey David, quien dijo:
“¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él y el ser humano para que lo visites?” Salmo 8:5(4)
Dr. Baruch Korman – 13 de Octubre, 2023