Vivimos en una era marcada por una inestabilidad creciente. Lo que antes parecía lejano, hoy se cumple ante nuestros ojos. Las Escrituras nos advirtieron que al acercarse los últimos días veríamos confusión, guerras, engaños y una pérdida generalizada de la verdad. Sin embargo, el creyente no debe temer, sino estar atento.
El llamado de D-os a discernir los tiempos
El libro de Apocalipsis nos recuerda que “el testimonio del Mesías es el espíritu de la profecía” (Ap. 19:10). Comprender la profecía no es un lujo, sino una necesidad para entender quién es Cristo, por qué hizo lo que hizo y por qué hará lo que la Palabra anuncia.
En el libro de Daniel, capítulo 8, se describe el surgimiento de imperios que traerán gran confusión al mundo. Irán, Turquía y otras naciones desempeñarán un papel clave en la inestabilidad global, preparando el escenario para la aparición del Anticristo, representado por el “macho cabrío” que se levanta desde Occidente.
La apostasía y el conflicto espiritual dentro de la iglesia
El peligro no solo vendrá del mundo, sino desde dentro de la misma iglesia. Hoy se aceptan cosas que antes eran impensables. La apostasía —el alejamiento de la verdad— ya está en marcha. Es un llamado urgente a regresar a la pureza de la fe y a manifestar el carácter de Cristo en medio de una generación confundida.
Las señales de los tiempos
Jesús advirtió que habría guerras, conflictos étnicos, terremotos, pestes y hambrunas. Todo esto marcará el inicio de los dolores de parto —es decir, el preludio de algo nuevo que vendrá: el Reino de D-os.
El Se-or también anunció persecución: los verdaderos creyentes serán arrestados, juzgados y odiados por causa de Su nombre. Pero esta persecución no será en vano: será una oportunidad para dar testimonio, para que la luz de Cristo brille en medio de la oscuridad.
Esperanza y perseverancia
Aunque el mundo se vuelva cada vez más hostil, el creyente debe perseverar. Jesús prometió que “ni un cabello de vuestra cabeza perecerá” y que “el que persevere hasta el fin será salvo” (Lc 21:18-19).
Esta salvación no solo significa ser librado del peligro, sino participar en la victoria final del Reino de D-os.
Israel y la profecía
La higuera —símbolo de Israel— está floreciendo nuevamente, y eso indica que el cumplimiento de las profecías está cerca. Israel es la evidencia viva de la fidelidad de D-os. Las Escrituras anuncian que Jerusalén será rodeada por ejércitos, pero el Se-or intervendrá en favor de su pueblo.
Cuando veamos que estas cosas comienzan a suceder, debemos levantar nuestra cabeza, porque nuestra redención está cerca.
El mensaje final
D-os cumplirá Su pacto. Jesús regresará y establecerá Su Reino. Quienes estén en relación con Él —los redimidos por Su sangre— tienen una esperanza segura.
La oscuridad del mundo actual no debe desanimarnos: es la señal de que la luz de Cristo pronto brillará con más fuerza.
Cree en el Mesías, arrepiéntete de tus pecados y recibe la redención eterna.
“Mirad arriba y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” — Lucas 21:28
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