Capítulo 4 - (Versículos 1 - 8)

La santidad es un proceso mediante el cual crecemos, maduramos y nos sometemos más y más a la voluntad de Dios. Este es un capítulo que habla de la santidad: vivir de una manera que agrade a Dios.

v1: Por lo demás: Pablo está preparando a los tesalonicenses para escuchar lo último que tiene que decirles. Usualmente esa verdad final es la verdad principal o primaria, que Pablo quiere compartir.

  • Rogamos y exhortamos: Esto significa recomendar fuertemente y animar mucho. Presionar a alguien para que haga lo correcto. O sea, alejarse de las cosas o pensamientos del mundo y abrazar los propósitos de Dios.
  • Señ-r: Yeshúa no es solo nuestro Salvador, sino que también es nuestro Señ-r. Nos sometemos a Su señorío, a Su autoridad, en nuestras vidas.
  • De la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros Pablo y sus amigos les habían mostrado cómo vivir y cómo comportarse.  Andar está relacionado con el estilo de vida. “Andar” es también la misma palabra en hebreo que se relaciona con la ley judía (Halajá). Dios requiere que vivamos vidas de obediencia a Él. Si queremos complacer a Dios, solo hay una manera de hacerlo: vivir nuestras vidas en sumisión a Sus propósitos. Siendo obedientes a Él. ¿Qué sucede cuando vivimos de esta manera? Abundamos cada vez más”. Comenzamos a vivir vidas de abundancia, vidas más allá de lo que podríamos esperar o imaginar para nosotros mismos.
 
 

v2: Instrucciones (Mandamientos-RV1909): Como se ha dicho a menudo, no somos salvos por guardar los mandamientos o las instrucciones del Señ-r, pero nuestro comportamiento es importante para Dios. Comportarse de la manera correcta, de una manera agradable, tiene un gran beneficio. Cuando nos sometemos a los mandamientos de Dios, estos provocan una actividad divina en nuestras vidas. El poder y la unción de Dios, el Espíritu de revelación que necesitamos para tomar decisiones sabias y tener un discernimiento divino, etc.

  • Señ-r Yeshúa: Una vez que hemos sido salvos, estamos llamados a demostrar que Yeshúa es el Señ-r de nuestras vidas, Él es nuestra autoridad y hacemos lo que Él nos manda. Necesitamos tomar decisiones que estén de acuerdo con Su voluntad.
 
 

v3: Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación: ¡Guau! ¡No puede ser más claro que eso! Llegamos al corazón de lo que Pablo va a abordar en este capítulo. La santificación es un estilo de vida, un comportamiento, un proceso mediante el cual llegamos a demostrar santidad. La santidad SIEMPRE está conectada con los propósitos de Dios. Tito nos dice que es la gracia de Dios lo que nos hace negar los deseos de nuestra carne para que podamos decir sí a los mandamientos de Dios.

  • Apartéis: No le des la bienvenida a tu vida. Esto significa decir “no”. La santificación implica rechazar lo que no está de acuerdo con los mandamientos de Dios.
 
 

v4: Sepa tener su propia esposa (su vaso en RV1909): Necesitamos poder gobernar nuestros propios cuerpos – en santidad, en santificación, en honor. Necesitamos aprender a controlar nuestros cuerpos para que funcionen dentro de los parámetros de los mandamientos de Dios. Sus mandamientos nos dicen lo que es aceptable y lo que no es aceptable para nuestras vidas. Cuando somos capaces de gobernar nuestros cuerpos, se convierten en instrumentos que honran a Dios.

 

v5: Gentiles: Pablo no usa tanto este término para separar a los judíos de los no judíos. Él lo usa para distinguir entre aquellos que tienen una relación de pacto con Dios y aquellos que no la tienen. Hasta que entremos en un pacto con Dios, no tendremos los recursos, la revelación, el poder, la unción, etc. para discernir la verdad.

  • Que no conoce a Dios: Conocer a Dios aquí no es teórico sino experiencial.
 
 

v6: Ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano: Esto sigue hablando de nuestro estilo de vida: mostrar amor fraternal a los demás y no explotarlos (el segundo gran mandamiento). Hasta que amemos a Dios no podemos amar verdaderamente a los demás.

  • De todo esto: Esta es la palabra ‘pragma’ (pragmático). Cuando somos pragmáticos, tratamos las cosas con sensatez y realismo, basándonos en consideraciones prácticas más que teóricas. Esta es nuestra obligación básica para con nuestro ‘prójimo’.
  • El Señ-r es vengador: Tenemos que tomar esto en serio. El Señ-r se venga de todas las cosas que violan la obligación que tenemos de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (es decir, violando Su Palabra).
  • Os hemos dicho y testificado: Pablo ha testificado a fondo que necesitamos ser personas que caminan en sumisión, no explotando la gracia de Dios sino viviendo en santidad delante de Él.
 
 

v7: Solo hay dos caminos en los que los humanos pueden caminar: en inmundicia o en santidad (impureza o pureza).

 

v8: ¿Por qué menciona al Espíritu Santo en este versículo? Porque el Espíritu Santo es quien obra en nuestras vidas y nos empodera para que podamos tener discernimiento y entender la revelación de Dios, para que podamos aplicarla a las diferentes circunstancias en las que nos encontremos. Es el Espíritu Santo quien nos enseña a cómo vivir con rectitud.

– Dr. Baruch Korman 

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