Capítulo 22 - (Versículos 1 - 10)
En Génesis 2:8-17 vemos una referencia al Jardín del Edén, que significa “jardín de adorno”. Era un jardín de esplendor que Dios había preparado para el hombre. Dios iba y venía en este jardín, hablando con Adán y Eva en el fresco del día (Génesis 3:8-10).
Ezequiel habla sobre el Jardín de Dios (Ezequiel 31:8-9). Este jardín será mejor que el jardín del Edén, porque Dios estará allí con Su pueblo por los siglos de los siglos. En el capítulo 22, Juan fue inspirado por el Espíritu Santo para mostrarnos la conexión entre el Jardín del Edén y el Jardín de Dios.
v1: Agua de vida: Satisface, es abundante y es eterna. Es bueno y viene del trono -del gobierno de Dios. Él es la fuente de la vida abundante y eterna.
Hay una unidad perfecta entre Dios el Padre y Dios el Hijo, pero esto no significa que sean iguales. No lo son. Necesitamos afirmar la Trinidad.
v2: En el Jardín del Edén había cuatro ríos. En esta ciudad solo hay uno. En el Jardín del Edén había dos árboles significativos. En el Jardín de Dios no hay ningún árbol de conocimiento del bien y del mal, sólo el árbol de la vida. Este árbol es sobrenatural – un árbol a ambos lados del río.
El árbol dará fruto durante todo el año. Esto es lo que Dios espera de Su pueblo hoy – estar listo, y fructífero, dentro y fuera de la temporada (2 Timoteo 4:2).
- Hay una diferencia entre los cuerpos de los creyentes que son arrebatados (tienen cuerpos glorificados) y aquellos que llegan a la fe después del Rapto (estos no reciben cuerpos glorificados). Este segundo grupo de personas van a usar las hojas de este árbol para la sanidad de sus cuerpos, por toda la eternidad. Cada mes van a comer de las hojas para que puedan experimentar la eternidad (como los cuerpos de Adán y Eva antes de la caída y la maldición).
v3: No habrá más maldición ya que no hay más pecado. El gobierno de Dios marca el comienzo de una nueva realidad.
v4: La bendición sacerdotal pide al Señ-r que haga que Su rostro brille sobre Su pueblo (Números 6:22-27). Hay una relación entre ver el rostro de Dios y ser bendecido. Los ángeles de los niños siempre ven el rostro de Dios (Mateo 18:10). Los ángeles son bendecidos para hacer su trabajo en la protección de los niños.
- Su nombre es sinónimo de Su carácter, la frente tiene que ver con los pensamientos. Vamos a pensar de acuerdo con el carácter de Dios. Si caminamos con Dios estamos llamados a vivir de acuerdo con Su carácter. Su carácter se ve en la vida, la obra y las palabras del Mesías Yeshúa. Nunca violó la Torá ni ninguno de los mandamientos (1 Pedro 2:21-24; 2 Corintios 5:21).
v5: Noche tiene que ver con el miedo. No habrá más miedo.
- Dios creó la luz en el Primer Día (Genesis 1:3-5). Esta luz no dependía del sol, la luna o las estrellas, que fueron creados en el Cuarto Día (Génesis 1:14-19). Viene un tiempo en que Dios, y sólo Su gloria, iluminará a Su pueblo.
v6: ‘Estas palabras’ se refieren a todo lo que este libro de Apocalipsis nos ha revelado. El significado de la profecía se enfatiza en los siguientes versículos. El Apocalisis es difícil de entender si no conocemos a los profetas.
- La palabra «presto» en este contexto no significa mañana ni al día siguiente. Significa que cuando estas cosas (reveladas a nosotros en el libro de Apocalipsis) comienzan a suceder van a suceder muy, muy rápidamente. Él nos dice esto con el fin de darnos una idea. Si esperamos a que estas cosas comiencen y solo entonces empezamos a prepararnos, va a ser demasiado tarde. Nos tomarán desprevenidos.
v8: Juan dice que ha oído y visto. Este es un modismo hebreo. Significa que él vio estas cosas (esta revelación) muy claramente y lo escuchó muy claramente – para no dejar ninguna duda en su mente en absoluto.
- Obviamente, no es correcto adorar al ángel, pero debido a que el ángel había sido la fuente de revelar el Reino de Dios a Juan, instintivamente quería adorarlo (véase también 19:10).
v9: Hay una conexión entre la adoración y la profecía. Dios creó a la humanidad para adorarlo. La profecía es una gran herramienta para ayudarnos a adorar a Dios.
v10: Esto es exactamente lo contrario de lo que le dijeron a Daniel. A Daniel le dijeron que sellara las palabras porque no eran para su tiempo (Daniel 12:9). La revelación es la clave para interpretar y entender correctamente el libro de Daniel. Cuando leemos a cualquiera de los profetas, salimos sabiendo que Dios es Juez. La profecía tiene la intención de conformarnos a la voluntad, los propósitos y los planes de Dios. La profecía nos ayuda a estar listos y también nos permite guiar a otros a estar listos para el establecimiento del Reino de Dios.
– Dr. Baruch Korman