Vayishlach (Y él envió)

Porción de la Torá: Vayishlach (Y él envió)
Lectura de la Torá: Génesis 32:4–36:43
Lectura Profética: Abdías 1:1–21

“Israel es llamado a tener una influencia santificadora sobre las naciones”

En la lectura de la Torá de esta semana aprendemos sobre el llamado de Israel a tener una influencia santificadora sobre las naciones. Esto se revela en una declaración sencilla pero profunda que Jacob hizo a aquellos que habían salido con él y su familia desde Padan-aram. Habiendo llegado a la Tierra Prometida y habitando por un tiempo en Siquem, Jacob dijo:

“Y nos levantaremos y subiremos a Bet-El, y haré allí un altar al D-s que me respondió en el día de mi angustia y estuvo conmigo en el camino por donde anduve.”
(Génesis 35:3)

Es claro por el contexto que Jacob tenía la intención de guiar a todos los que estaban con él a adorar al Señ-r, el D-s de Israel, en Bet-El. Lo que resulta significativo es lo que se dice en el versículo anterior:

“Y Jacob dijo a su familia y a todos los que estaban con él: ‘Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, purificaos y cambiaos de ropa.’”
(Génesis 35:2)

Es evidente que Jacob se dirigía a dos grupos distintos de personas en este versículo. El primer grupo era su familia, y el segundo eran “todos los demás que estaban con él”, refiriéndose a sus numerosos siervos. Parece que este segundo grupo había traído desde Harán sus ídolos personales, tal vez incluso sus esposas (véase Génesis 31:34). Ahora, sin embargo, Jacob (Israel) les ordena dos cosas: primero, desechar esos ídolos, y segundo, cambiar sus ropas. La mayoría entiende que este segundo mandato se aplica a ambos grupos. Es en este segundo mandato en el que deseo enfocarme.

Las vestiduras son importantes en la Biblia. Simbólicamente, las vestiduras se relacionan con las obras de una persona. Aquellos que están correctamente vestidos viven conforme a la Palabra de D-s, mientras que los que están desnudos se entiende que carecen de buenas obras. Por tanto, cuando Jacob dice “cambiaos de ropa”, está llamando al pueblo a apartarse del pecado como un requisito previo para la adoración. Esto nos recuerda que no debemos pensar que podemos vivir en pecado durante la semana y luego, de repente, comenzar a adorar. ¡La adoración requiere preparación!

El punto que quiero enfatizar es que fue Jacob (Israel) quien llamó a estas personas —que representaban a las naciones— a apartarse de la idolatría y subir a la Casa de D-s (el significado del nombre Bet-El) para adorar al Señ-r. Esto es una prefiguración de lo que Israel hará en los últimos días.

Dr. Baruch Korman –  5 de Diciembre, 2025. 

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