Shoftim (Jueces)

Porción de la Torá: Shoftim (Jueces)
Lectura de la Torá: Devarim (Deuteronomio) 16:18–21:9
Lectura Profética: Yeshayahu (Isaías) 51:12–52:12

“La victoria depende de la presencia y provisión de HaShem”

Uno de mis versículos favoritos se encuentra en el libro de Kohelet (Eclesiastés). Allí se lee:
“…porque no a los veloces es la carrera, ni a los héroes la guerra, ni tampoco a los sabios el pan, ni a los inteligentes la riqueza, ni a los conocedores el favor…” (Kohelet 9:11).

Este versículo muestra que hay excepciones a las expectativas predominantes del hombre. ¿Qué causa estas excepciones? La respuesta es la providencia de HaShem. En la porción de la Torá de esta semana se habla de la guerra. Muchas veces, cuando Israel salía a la batalla, estaba en minoría o sus enemigos poseían armas más poderosas. En otras palabras, Israel necesitaba cada soldado posible. Esta sería la expectativa lógica del pueblo.

Sin embargo, en esta Parashá, HaShem declara algo muy inesperado. Cuando la guerra estaba a punto de comenzar, se anunciaba que todo soldado que acabara de construir una casa nueva y aún no la hubiese dedicado, debía irse y hacerlo. De la misma manera, cualquier hombre que hubiera plantado una viña y aún no la hubiese redimido debía dejar el campo de batalla y hacerlo. Asimismo, cualquier hombre que estuviera comprometido para casarse y no lo hubiera hecho debía ir y casarse. Finalmente, cualquier soldado que tuviera miedo también estaba obligado a irse y regresar a casa.

Esto ciertamente suena contrario al sentido común. ¡Ese es el punto! La victoria no depende de la presencia de los soldados, sino de la presencia de HaShem y de que Él provea la victoria. ¿Cuántas cosas en tu vida te preocupan o angustian creyendo que todo depende de ti o de otra persona? Cuando en realidad, todo depende de la presencia de Yeshua en nuestra vida. Si estás en paz con Él y caminando en Sus propósitos, entonces en verdad no es cuestión de velocidad, fuerza, sabiduría, inteligencia o algún favor terrenal; más bien, todo depende de que Él provea Su bendición.

Cuando entiendes esto, pasarás mucho más tiempo buscando Su voluntad que preocupándote por factores humanos.