Re’eh (Mira)
Porción de la Torá: Re’eh (Mira)
Lectura de la Torá: Deuteronomio 11:26–16:17
Lectura Profética: Isaías 66:1–24
“Deuda”
La deuda es un problema importante hoy en día en el mundo. Muchos países tienen altos niveles de deuda nacional y están recurriendo a otros países para que los rescaten. En lo que respecta a la deuda, los Estados Unidos de América lideran el camino, con billones de dólares y creciendo. Aunque se le llama “deuda nacional” de América, esta cifra no incluye las deudas de los estados y municipios locales, ni las obligaciones futuras de estas entidades que no están financiadas. En otras palabras, el futuro financiero es bastante sombrío.
Cuando el Congreso habla de reducir la deuda nacional, en realidad se refiere a reducir la tasa de crecimiento de la deuda. Por ejemplo, hace algunos años el Congreso aprobó un plan para reducir cuatro billones de dólares de la deuda nacional en los próximos diez años. En ese momento uno pensaría que la deuda nacional, que estaba justo por encima de los 14 billones de dólares, se reduciría a 10 billones para finales de 2021. Pero así no es como funciona el Congreso. Los cuatro billones de dólares de “reducción” se referían a lo que se esperaba que se agregara a la deuda. Por lo tanto, cuando Washington dice que recorta cuatro billones de dólares, en realidad significa que está agregando seis billones a la deuda nacional. Por cierto, van en camino de superar esos seis billones después del primer año.
¿Qué tiene que ver todo esto con la Parashá Re’eh?
En la porción de la Torá de esta semana se lee:
“Al cabo de siete años harás remisión.”
—Deuteronomio 15:1
Hay muchos aspectos de la palabra hebrea “Sh’mittá”. Por ejemplo, en el séptimo año la tierra recibe un “Shabat”, y todos los campos deben dejarse sin cultivar. En lo que respecta al tema de la deuda, la Sh’mittá exige que todo préstamo no pagado al final del séptimo año sea cancelado.
Esto tendría muchas implicaciones. Primero, las personas no podrían pedir prestadas grandes sumas de dinero que debieran pagarse en 20 o 30 años. Esto significaría que solo podrían tomar préstamos que realmente pudieran pagar en un período corto de tiempo, reduciendo así la cantidad de deuda acumulada, y haciendo más fácil su manejo. Segundo, debido a lo fácil que es hoy acceder al crédito, los precios son más altos. Pagar en efectivo por un producto a menudo reduce el precio más allá del simple ahorro en intereses.
Finalmente, si los préstamos fueran realmente cancelados después de siete años —ya se hubieran pagado completamente o no—, el prestamista sería mucho más cuidadoso al otorgar crédito. El mantener deudas incobrables en los balances tiene consecuencias serias y negativas.
Una administración financiera basada en las Escrituras ciertamente traería una condición financiera más saludable al mundo.
¿Por qué no practicarla?
Dr. Baruch Korman – 22 de Agosto, 2025.