Nitzavim (De pie)

Porción de la Torá: Nitzavim (De pie)
Lectura de la Torá: Deuteronomio 29:9–30:20
Lectura Profética: Isaías 61:10–63:9

“Sométete a la Autoridad del Mesías”

En la porción de la Torá de esta semana el lector se encuentra con un aspecto de Dios que la mayoría de las personas tienden a ignorar. ¿Cuál es este aspecto? ¡Que el Único Dios Verdadero y Viviente mostrará venganza en ocasiones!

“HaShem no lo perdonará, porque la ira y el celo de Él arderán contra ese hombre y vendrán sobre él todas las maldiciones escritas en este libro y borrará su nombre de debajo del cielo.”
—Deuteronomio 29:9

Cuando uno lee el contexto de este versículo, aprende que el derramamiento de la venganza de Dios vendrá sobre todos los que no obedezcan los mandamientos de la Torá—¡perfectamente! Eso significa tú y yo. Siempre me asombró que los hijos de Israel no clamaran y dijeran a Dios: “Nunca podremos cumplir todos los mandamientos de la Torá” y por lo tanto buscar otro medio para hallar favor delante de Dios.

Una expresión popular entre una secta jasídica es: “¡Queremos al Mesías ahora!”. Esta corta frase expresa muchísimo. En el corazón de esta expresión está una súplica a Dios para que haga lo que Israel nunca podrá hacer por sí sola: establecer el Reino de Dios. Porque esta es la obra del Mesías. Así como el hombre es incapaz de traer el reino, también somos incapaces de vencer nuestra naturaleza pecaminosa y obedecer a HaShem en total sujeción. Por eso Rav Shaul habló de la necesidad de convertirse en una nueva creación (2 Corintios 5:17). Dentro de este versículo se encuentra la expresión favorita de Rav Shaul: “en el Mesías”. Estas dos palabras reflejan una relación que habla de muerte y resurrección. Esta muerte es el resultado de la venganza de Dios, y la resurrección es la nueva vida que se logra a través de la obra redentora del Mesías. Esta nueva vida es sinónima de lo que Rav Shaul estaba diciendo con las palabras: “una nueva creación”.

El punto es que yo, en mi condición actual, estoy sin esperanza. Solo cuando renuncio a mi vida y abrazo por fe la vida del Mesías (Su persona y obra), el mismo poder de la resurrección hace que me convierta no solo en alguien diferente, sino en alguien nuevo. Este cambio y novedad también se ven en la lectura profética de Isaías de esta semana. Aquí el profeta habla de un cambio tan poderoso que la Jerusalén que era llamada “abandonada y desolada” será transformada por la redención y será llamada “deseada y gobernada” (ver Isaías 62:1-12). Nota lo que revela este cambio: que aquellos a quienes Dios desea, Él los gobierna. Quien es gobernado por Dios es bendecido. Es la posición más deseada en la que uno puede estar. Alguien que es una “nueva creación” ha sido creado de una manera única para ser un vaso gobernado por Dios. El problema es que con demasiada frecuencia queremos los beneficios de ser bendecidos por Dios, pero no queremos Su señorío en nuestra vida diaria.

Es importante ver cómo Israel es el receptor de la redención y del amor de Dios, mientras que Edom (ver Isaías capítulo 63), que constantemente quiere rebelarse contra los planes y propósitos de HaShem, recibe la venganza. La venganza no desaparece, sino que el Mesías puede ser el objeto de esa venganza y tú y yo podemos ser los receptores de Su amor redentor.

Dr. Baruch Korman –  19 de Septiembre, 2025. 

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