El Concilio de Jerusalén
En la reflexión de hoy, examinamos el verdadero propósito del Concilio de Jerusalén en Hechos 15. Contrario a lo que muchos creen, el concilio no abolió la Ley de Moisés para los creyentes gentiles, sino que corrigió la falsa enseñanza de que debían convertirse al judaísmo mediante la circuncisión para ser salvos. Los apóstoles afirmaron que la salvación es por gracia, mediante la fe en Yeshúa. Aunque la Ley no justifica, los creyentes son llamados a rechazar la idolatría y a vivir en santidad. La decisión del concilio subrayó la unidad en el cuerpo del Mesías y la importancia de conocer los estándares de Di-s a través de las Escrituras, incluida la Ley de Moisés.