En la parashá de hoy, Dios envió las últimas tres plagas sobre Egipto: langostas, oscuridad y la muerte de los primogénitos. Los israelitas siguieron las instrucciones dadas por Dios a Moisés: eligieron un cordero sin defecto, marcaron con su sangre los postes de sus puertas y comieron con prisa. Esa noche, Dios pasó sobre las casas marcadas con sangre y juzgó a Egipto. Finalmente, el faraón dejó salir al pueblo.